Creo que muchas coinciden conmigo en que los tejidos nos comunican como nos encontramos en ese momento determinado, si eres nueva en este camino te invito a que interpretes tus ojos de Dios y mandalas, de principio a fin. Puedes tener una libreta en la que puedas ir escribiendo lo que sientes conforme vas tejiendo.

Yo tengo experiencia con ellos y he aprendido a saber cuando es buen momento para conectar y cuando realmente no es la herramienta que en ese momento necesito, pero aún así no dejan de sorprenderme.

Hay veces que empiezo y el tejido me indica que estoy débil o con mucha fuerza y luego conforme voy llegando al final todo se va equilibrando.

Pero también hay veces que empiezo y por más que lo intento no logro que el centro se mantenga duro. Sin un centro estable lo que le abraza no va a estar sostenido y es ahí donde me detengo, y reflexiono ¿qué puede estar sucediendo?, inhalo y exhalo profundamente, lo vuelvo a intentar sin forzar.

Llega la revelación, escucho esa voz( mi intuición)y descubro que es los que no me esta dejando ser, este es el primer paso para lograr el cambio para evitar volver a sentirme así, no es fácil hay que dar pequeños pasos, pero por eso los ojos de Dios son conocidos como un tejido consciente.

En los últimos días he tenido mucho movimiento dentro de mí, siento que hay algo muy en el fondo de mi ser que está pidiendo ser visto y escuchado, estoy trabajando en ello no está siendo fácil para mi esta vez.

Creo que es muy importante compartir esto con ustedes para que recordemos que los mandalas tejidos son una herramienta terapéutica y que llevan su proceso, solo siendo constante podrás entender lo que tienen preparado para ti.

En nuestro canal de Instagram hice un video hablando sobre esta experiencia, por si quieren echarle un ojo.